Ayer fue un día bastante interesante puesto que tuve la oportunidad de conversar durante largas horas con compañeros de trabajo respecto a nuestras experiencias pasadas.

Es curioso compartir tantas experiencias en las que siempre encuentras algo de lo que aprender, pero hubo algo que especialemente me impactó.

Uno de los compañeros relataba sus experiencias profesionales más recientes y a pesar del «fracaso» de alguna de ellas, cómo había sido capaz de mantener inalterable la relación con sus entonces compañeros y hoy amigos. Es curioso comprobar como, no siempre, el vil metal es la razón de unir o separar a las personas y sinceramente reconozco que admiro la relación actual de este grupo de amigos.

Llegó el momento en que este compañero habló de mi y es aquí donde realmente me detengo y reflexiono cuando me dice:

«Luís a tí te denominan AMIGO DE TUS AMIGOS».

Tengo que reconocer que no todas las experiencias profesionales satisfacen las necesidades de todos los participantes y que en muchas ocasiones el fracaso o la insatisfacción por no haber alcanzado los objetivos deseados deteriora las relaciones personales. Sin embargo, hoy, te ves acompañado de los verdaderos AMIGOS DE TANTOS AÑOS y desde aquí os digo a todos, GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE AHI.

Un abrazo.